¡Despegamos!

En el verano del año 1992 pasaron muchas cosas: Los Juegos Olímpicos de Barcelona, la Expo de Sevilla, el boom del manga, yo terminé el colegio y tuve que despedirme de todos los compañeros que conocía. Entonces me encontré en un lugar nuevo y muy sola. Sin embargo, en medio del duro proceso de adaptación al instituto, dos cosas me salvaron: el manganime y los juegos de rol. Gracias a ellos, tuve la suerte de hacer dos amigos con los que hablar sin parar de esta afición.

Un día se me ocurrió compartir con ellos una historia que había ido ideando aquel verano, inspirándome en series como Dragon Ball, Ghost in the Shell, Macross, RG Veda, Queen Millenia y algunas novelas de fantasía y ciencia-ficción. Monté una partida de rol y, con ellos como jugadores, pasamos las horas muertas, día tras día durante los recreos, hasta en algunas clases a escondidas. Durante cuatro años, dimos forma al esqueleto de una historia que llamamos Imperio. Aun después de terminar el instituto y perder contacto con aquellos amigos, me ha acompañado durante muchísimos años más tarde. Cuando me aburría, sólo tenía que poner la película en mi cabeza, una y otra vez, como si fuera una serie de animación, a la que iba añadiendo escenas, tramas cada vez más complejas y personajes a los que cogí gran cariño.

Por otro lado, empecé a dedicarme al cómic con la esperanza de, algún día, dibujar Imperio de forma profesional, pero se había convertido en algo demasiado grande para mis capacidades. En cuanto tuve a mi primer ordenador, hice muchos dibujos, escribí varios capítulos para enseñar a los amigos, pero nada serio. Entonces, inspirada por una persona muy especial (sí, Diana, te miro a ti ;)), y gracias a una temporada en la que nos inventamos una serie de fanfics-crossover con los personajes de nuestras respectivas historias, me animé a escribirla «de verdad».

He tardado años en adaptar Imperio, tiene elementos que quizá ya se han visto demasiadas veces, quizá no sea la mejor del mundo, pero es la niña de mis ojos y deseo compartirla con más personas. Ojalá la disfrutéis, y os haga soñar igual que a mi. 🙂